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ParKeTematiKo Asociación de Usuarios de Parques Temáticos
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magic32 Master

Mensajes: 321 Localidad: MADRID
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Publicado: Lun Oct 20, 2008 22:14 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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edmenahi Escribió: | Menos mal que a la ultima no se le ve el escudo
Puede pasar por una de la seleccion alemana  |
Tienes toda la razón...
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defkon ParkeAdikto

Mensajes: 5215 Localidad: Valencia.
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Publicado: Lun Oct 20, 2008 22:28 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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Y eso le salva a este hilo para que no sea convenientemente moderado.  |
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Stunt Adizo

Mensajes: 2804 Localidad: Red Neck Land
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Publicado: Mar Oct 21, 2008 00:45 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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Gracias Magic por dejarme claro el próximo sitio donde iré a comprar tabaco
Espero que pronto  |
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NaTTa Colaborador

Mensajes: 129 Localidad: Galicia
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Publicado: Jue Oct 23, 2008 18:56 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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Genial la Review me he quedao con los dientes largos al ver el Resort de Disney en Japón, la estética me encanta...he estado en Disney Paris hace unos años y este año en DisneyWorld, pero tengo que reconocer que el que no ha viajado a Japón no lo ha visto todo en cuanto a PT Disney...creo que el concepto DisneySea es único respecto al resto de parques ( como en Orlando pueden ser Epcot o AK ) y el Magic Kindom o Disneyland propiamente dicho me parece mucho más "bonito" en el sentido de que tiene ese toque mágico que sólo los japoneses saben darle a los dibujos animados ( véase el Castillo , la TOT o el castillo de LA Sirenita)....de todas formas tendré que comprobarlo por mi misma, algún día!!  |
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magic32 Master

Mensajes: 321 Localidad: MADRID
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Publicado: Sab Oct 25, 2008 01:59 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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20 JULIO – KYOTO
La visita a Kyoto era otro de los platos fuertes del viaje, culturalmente hablando. Desde la base de operaciones de Osaka, Kyoto está a tiro de piedra. Aún así es importantísimo madrugar porque los horarios de los templos o santuarios te condiciona la visita (abren muy pronto y cierran también pronto). Fue una pena dos errores de logística que tuve que me hicieron perder un tiempo precioso. Pero estos errores te hacen aprender y yo he aprendido mucho. Menos mal que en el planning había un día libre, menos mal…
Kyoto, en su tiempo, fue capital de Japón desde el año 794 hasta la restauración Meiji (1868) y gracias a la cantidad de templos, santuarios y demás, se salvó de los bombardeos de la II GM, pero no de varios incendios, terremotos y la guerra civil de Onin (1467 – 1477). Vamos, que si no te quedas reducido a cenizas por unas cosas, lo haces por otras.
La primera visita, una de las que más deseaba, era Fushimi Inari Taisha, un santuario sintoísta erigido a la memoria de Inari, el dios del arroz, la comida, la fertilidad y, por ende, de la industria. Si entráis en un santuario sintoísta y veis alguna estatua de un zorro (kitsune que dicen por aquellas tierras) podéis asegurar que está dedicado a Inari, ya que son sus servidores. Inari es lo que en la religión sintoísta se conoce con el nombre de Kami, un espíritu que vive y se venera en los santuarios.
Tras caminar por el largo pasillo de entrada, se llega a la puerta de Sakuramon y el santuario Go Honden. Todos esos adornos, los farolitos, mostraban que había algún tipo de celebración. Y así era. No sabría deciros que celebraban y eso que he intentado enterarme. El color de las sayas, indica la veteranía (o eso creo): los que van de rojo en primer lugar son los más veteranos y los últimos, de blanco, los iniciados.
Y desde aquí, a la parte más llamativa del santuario. Infinidad de caminos con otras tantas toriis a lo largo de cuatro kilómetros. Este santuario es un santuario “vivo”, es decir, está en continuo crecimiento ya que cuando una empresa abre, suelen donar una torii al templo para prosperar económicamente. También se suelen donar barriles de sake pero, la verdad, vi muy poquitos. Hay una parte de caminos sin estas puertas a lo largo de un bosque de bambú que con el tiempo se llenará de toriis, supongo. En lo alto de la colina está el santuario principal donde se puede ver la imagen de Inari pero, como siempre, el tiempo apremiaba. Me hubiese gustado sentarme a tomar un té en uno de los múltiples garitos típicos que se encuentran en el recinto. No cabe duda que otra vez será.
Probablemente os resulte un santuario familiar ya que aparece en la película Memorias de una geisha. Resumiendo, una visita que no me defraudó en absoluto pero a la cual hay que dedicarla más tiempo para gozar de la tranquilidad que se respira en el recinto. Debemos apuntarla dentro de las visitas obligadas.
La siguiente visita en el día de hoy era Tetsugaku no michi o, lo que es lo mismo, el Paseo del Filósofo. Lamentablemente, éste fue uno de mis dos errores logísticos. En vez de ir en metro, lo mejor es acercarse a la estación de Kyoto y coger el bus. Pero dejemos los fallos. El Paseo del Filósofo recibe este nombre por un profesor de filosofía de la Universidad de Kyoto, Nishida Kitaro, que lo recorría para mantenerse en forma. Todo el paseo está repleto de cerezos y arces que cuando florecen tienen que transformarlo en un paraje encantador. De todas formas, si hubiera sabido lo que me iba a encontrar, lo hubiese borrado del planning.
El punto de partida, si paseas de norte a sur, es el templo budista Ginkaku Ji, o Pabellón Plateado. Este templo sirvió de retiro al sogún Ashikaga Yoshimasa (no es un nombre de coña, eh?) y fue él quien intentó cubrirlo de plata pero la Guerra Onin se lo impidió. Por desgracia para mi, el templo estaba en pleno proceso de restauración por lo que sólo pude ver las lonas que lo cubrían. Eso sí, lo jardines exteriores, cuidados en un grado superlativo.
Primer chasco. Siguiendo el paseo hacia el siguiente templo, Honen-in, observé dos mujeres sentadas y supongo que serían las dueñas de la casa de comidas que Halfing me recomendó pero, lamentablemente, era pronto.
El templo Honen-in fue construido en 1680 en honor al sacerdote Honen, fundador de la secta Jodo (que no son nombres de coña, de verdad...). Parece ser que sus ideas amenazaban a otras sectas budistas (Tendai) por los que las altas esferas pidieron al emperador Gotoba que parara los pies a Honen. Y se lo pusieron a huevo: dos de las concubinas (entiéndase como se quiera…) de Gotoba se hicieron monjas tras escuchar a los discípulos de Honen (en teoría sermones; entiéndase también como se quiera…). Ésta fue una razón, o mejor dicho excusa, para que el emperador ejecutara públicamente a Anraku y Juren, dos de los discípulos de Honen, y a éste le condenó al exilio. En 1211 le perdonaron y regresó a Kyoto donde ayunó hasta morir. Eso es lo que se llama orgullo.
Pues al llegar al templo, cerrado. No voy a escribir lo que pensé, pero podéis imaginarlo.
La ley de Murphy dice que lo que va mal siempre puede ir peor. La siguiente visita, el templo Eikan-do. Y sí, también estaban restaurándolo. Como otros muchos, fue destruido por completo en la Guerra Onin y restaurado en el S. XVI.
El gran paseo llegaba a su punto final: el templo zen Nazen ji, o mejor dicho, al conjunto de doce templos que conforman Nazen ji. La mayoría de sus edificaciones fueron reconstruidas en el S. XVII. Como puntos más llamativos del complejo está la puerta Sammon, construida en 1926 para “el consuelo de las almas de los muertos en el asedio de verano al castillo de Osaka”. Lo mejor de esta puerta es que sirvió de escondite para un forajido de leyenda (de Japón claro), Ishikawa Goemon, que cuando lo capturaron lo escaldaron vivo en un caldero de hierro. La verdad, no se andaban con tonterías.
Otro punto digno de ver es el acueducto de ladrillo rojo, una de las primeras obras de estilo occidental (1820).
Finalizado el Paseo del Filósofo, me encaminaba hacia el Castillo de Nijo con la esperanza que en el tiempo que tardara en llegar no hubiese un terremoto, un incendio, una guerra civil o un bombardeo. El enlace desde aquí es sencillo en metro. Y es que el metro en Kyoto es más simple que el mecanismo de un chupete: una línea horizontal y otra vertical.
El complejo donde se aloja el Castillo se conoce con el nombre de Ninomaru y se accede a él a través de la puerta Karamon. Su construcción fue ideada por el sogún Tokugawa Ieyasu, en 1603, como símbolo de poder y de riqueza del sogunato que se acababa de establecer (pelín prepotentes…). Pero fue el tercer sogún, Tokugawa Iemitsu, quien termino la construcción. Este sogún encargó a los mejores pintores de la escuela Kano la decoración de muchas de las estancias del castillo. Es curioso que un emplazamiento construido para mostrar el poderío del sogunato fuera el lugar donde el último sogún, Tokugawa Yoshinobu, se rindiera ante el emperador Meiji en 1867.
Este castillo no tiene una construcción como los castillos tradicionales, en varias plantas, si no que consta de distintas salas en planta conectadas por pasillos: Shikidai (sala de recepciones), Ohiroma Ichi no ma (gran sala), Kuroshoin y Shiroshoin (dependencias del sogún). Los suelos de estas habitaciones, todos de madera, reciben el nombre de pisos de ruiseñor ya que estaban construidos de tal forma que al pisarlos emitieran un ligero sonido similar al silbido de un ruiseñor. La verdad, yo no oía nada. Se diseñaron así para que si entraba algún intruso fuera localizado rápidamente.
En el exterior se encuentran varios jardines cuidados con todo lujo de detalles a los que se unen grandes arboledas de cerezos.
Desde la estación de Nijojo Mae tenía que dirigirme al norte de Kyoto para visitar el Kinkaku Ji o Pabellón dorado. Lo más rápido era llegar a la estación de Hanazono y desde allí un taxi. Pues aquí tuve el segundo error de logística. En la estación de Nijo me monté en un tren express en vez de en uno local. ¿Diferencia? El express no para en todas las estaciones, mientras que el local, sí. Obviamente vi como pasaba de largo en Hanazono y en otras dos o tres más. En la primera parada, media vuelta y a mi destino con el tiempo justo (el templo cierra a las cinco y yo llegué, más o menos, a las cuatro y media).
Kinkaku Ji fue construido en 1397 como lugar de asueto para el sogún Ashikaga Yoshimitsu. El edificio consta de tres plantas coronadas por un ave fénix, el mismo que aparece en los billetes de 10.000 yenes. Actualmente su función es guardar reliquias de Buda (shariden). No os preguntaréis si es el edificio original, si no cómo se destruyó. Primero, en la Guerra Onin; después, en 1950, un monje tarao lo prendió fuego. La estructura actual data de 1955. Por supuesto, no falta el jardín alrededor del templo.
Y no había tiempo para más. Como bien dije al principio, menos mal que guardaba un día de libre disposición. Regresando a Osaka recibí una llamada de Mª José para decirme que Hosto invitaba a cenar esa noche en un típico restaurante japonés. Son oportunidades que no se pueden dejar pasar por muchos motivos. El primero, la educación ya que rechazar una invitación no está muy bien visto; el segundo, lo que puedes aprender y ver. Que te inviten es lo de menos. Después de dar una vuelta para hacer tiempo, me recogieron en la estación de Shinosaka. Esta vez se había unido al grupo Félix, el hijo mayor. De camino al restaurante pasamos cerca del Castillo de Osaka y del templo Tennoji Ku. El restaurante, Ganko, impresionante. Es una antigua villa japonesa donde se han habilitado las habitaciones como restaurante. Después de esperar un poco era hora de quitarse los zapatos y sentarse en la mesa. Pequeños platos de aperitivos (que te cobran), licor de ciruela, pulpo crudo… Y el plato principal que, como anfitrión pidió Hosto: Shabushabu (la carne, exquisita), sushi, sashimi, tofu, tempura, sopa de miso y chawamushi (flan). Cada comida tiene su salsa particular. Es costumbre que te entreguen unas toallitas húmedas cuando te sientas en la mesa para limpiarte las manos, que reciben el nombre de oshibori. Al empezar a comer se suele decir “Itadakimasu”, parecido a “que aproveche”, y al terminar “gochisosama” como agradecimiento por la comida. No me cansaré de decir que el trato de Mª José y Hosto fue excepcional.
De vuelta a casa, Félix no tenía muy claro si venirse al día siguiente a Parque España. El madrugón era de órdago, a las seis de la mañana. Ya se vería… _________________ You unlock this door with the key
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edmenahi A mi pesar, OzIris rider

Mensajes: 8798
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Publicado: Sab Oct 25, 2008 08:16 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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Con esto me he descojonado:
Cita: | (que no son nombres de coña, de verdad...) |
 _________________ Saludos. Volveremos a vernos, pero aún no. Aún no.  |
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magic32 Master

Mensajes: 321 Localidad: MADRID
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Publicado: Mie Oct 29, 2008 16:59 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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21 JULIO – PARQUE ESPAÑA
Dentro de los días de trabajo, el de hoy era uno de los más “duros” por el madrugón. A las 5:55 ya estaba en la puerta, preparado, por si Félix si animaba a venir cosa que no ocurrió.
El llegar a Parque España no resultó complicado y más conociendo un poco la estación de Shinosaka y de Osaka como ya la conocía. Así que rumbo a Shima, ciudad donde se ubica este parque. Nada más llegar, y tal como ya me advirtió Halfing, a pillar un taxi ya que no hay autobús que te lleve hasta el parque y éste se encuentra a unos cinco kilómetros más o menos. ¿Taxis? No había ni uno pero si que había el típico radioteléfono taxi japonés y ni corto ni perezoso llamé. La conversación fue corta, sencilla y, lo más importante, eficaz. Yo le dije el nombre de la estación (Shimaisobe) y mi interlocutor me repetía “namae” que significa “nombre”. Se lo dije y a los dos minutos tenía un taxi en la puerta. No sé si el que pedí o uno que llegó pero fue el que me llevó a mi destino.
El paraje donde está Parque España es digno de ver: un gran lago, montañas llenas de árboles… Justo al lado hay un hotel, con spa incluido.
La entrada del parque la preside una estatua de Don Quijote y Sancho Panza (al fin y al cabo, los personajes del parque son ellos). No se veía mucha gente en taquillas posiblemente, entre otras razones, porque era el Día del Agua. La entrada al parque, 30 €.
Si vas pensando que te vas a encontrar un parque con copias exactas de lo que tenemos en España te puedes llevar una desilusión. Simplemente hay que ir con ojos curiosos, casi como todo el viaje, para poder disfrutar. Después de atravesar España Street, con tiendas con nombres tan sugerentes como ¡Hasta la vista! o La familia, o restaurantes como ¡Salud! o La Roja (que supongo que no tendría nada que ver con la selección, pero sólo supongo) llegas a Cibeles Plaza. ¡Qué bueno! En esta plaza, cómo no, hay una réplica de la fuente de la Diosa y también de la Puerta del Sol. La verdad que se hace extraño ver un parque dedicado a España, pero claro, nosotros también tenemos parques que simulan otros países. La verdad, me gustó; no sé si porque estaba a 12.000 km. de casa, pero me gustó. Y en esta misma plaza la primera coaster, Bullfight Roller Coaster Matador, ambientada en una corrida de toros y con los acordes del pasodoble “El gato montés”. Los CM están vestidos de toreros aunque los trajes no están muy conseguidos. La ride en sí es dura, demasiado brusca.
Siguiendo con la ruta por España, pasé de la Puerta del Sol, a la Puerta del Cambrón (Toledo) en un abrir y cerrar de ojos. Éste era un teatro que no me molesté ni en pisar. Y desde aquí a la zona denominada Fiesta Plaza, donde se encuentran los platos fuertes del parque: Splash Montserrat, una ride de agua, flojita. Eso sí, antes de montarte los CM dejan el habitáculo del carro totalmente seco de las posibles gotas que hayan caído; Gran Montserrat, una coaster divertida sin más, para el curriculum y Pyrenees, una invertida de las que da gusto montar. A parte de las inversiones y algún hélix en subida, tiene airtimes dignos de un cum laude, sobre todo el último. Aunque no había espera, los CM son muy muy muy lentos en la carga. ¿Qué banda sonora tenían aquí? A los Gipsy Kings.
Esta parte está ambientada como el Parque Güell, con un toque de Gaudí en sus construcciones.
En Fiesta Plaza también hay una atracción que se llama Batalla del Alcázar, un shooting game que, gracias a Dios, no tiene nada que ver con la historia de la batalla.
¿A dónde me llevaría el parque ahora? Pues otra vez a Madrid, a la Plaza Mayor. Qué pena no tener un bar donde vendan bocatas de calamares para sentirte como en casa. Lo que no faltaba era la estatua de Felipe III. Y como un verdadero jumper, según me dirigía a Columbus Plaza, me di de bruces con el Castillo de Javier, navarrico él. Aquí se aloja un museo de historia y arte de España. En la Plaza de Colón hay una réplica del monumento que podemos encontrar en Barcelona. Como atracciones, Adventure Lagoon, un paseo en barco, y Don Qixote’s Magical Flight. Esta atracción, junto con Pyrenees fue de lo que más me gustó. Su concepto es muy parecido a Peter Pan (es una copia, clarísimo) pero de mucha calidad.
En esta última foto podéis ver los personajes que campan por el parque. De derecha a izquierda son:
Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea, el mago Alejandro, Torovar, Choquy y Julio Rañana. Y claro, tenía que intentar hacerme alguna foto con ellos, si no con todos, si con algunos. Así que tomé dirección a España Street con la intención de pillar a algún personaje y de ir cogiendo sitio para la cabalgata. Bueno y para algo más: como estábamos en “España”, ¿Habría que tomar un aperitivito, no? Para acompañar la cervecita me pedí unos nuggets. Lo dicho, como en casa. En unas de las tiendas que entre tenían puesta la final de la Copa de Europa que tan brillantemente ganamos y, si en Tokyo había hecho una foto a una revista, aquí tendría que fotografiar al gran capitán, aunque fuese en la tele.
Y a la una en punto, España Carnival!, la cabalgata. Aunque alguna carroza tiene un visión demasiado tipificada de nuestra cultura (toros, sevillanas…), otras demuestran que los japoneses nos conocen bien (Dalí, Picasso…). No me cabe la menor duda que conocen ellos mejor nuestra cultura que nosotros la suya. Viendo la última foto me pregunto si Sabina no se confundió al cantar aquello de “…absurdo como un belga por soleares…”
Ya que estaba por la zona me dediqué a dar un buen repaso a Pyrennes y a Gran Montserrat, ésta última para intentar sacar alguna foto chula. Mientras, hacía tiempo hasta las 14:35 para ver un cuadro flamenco, Tierra, en el Carmen Hall. Había que pagar 700 yenes pero como me dijo uno de los que llevaba todo el tema de los bailaores y del espectáculo en sí, “es de lo mejor de Japón”. Yo no entiendo mucho de flamenco pero fue impresionante. Antes de entrar también estuve hablando con otro japonés con una vestimenta muy peculiar: de Tío Pepe. En la entrada te incluían un té o un zumo y el patio de butacas eran mesas de cuatro y con servicio de camarero. Así que, una cruzcampo fresquita. En la mesa estaban las explicaciones de las expresiones que se podían decir a los bailaores (olé, guapa, bien, muy bien) y de los instrumentos y vestimenta. Una de las chicas que bailaba (de Vallecas tenía que ser…) gritaba de vez en cuando mientras taconeaba: “¡A dormir a vuestra casa!” Qué arte!!!
Una vez terminado el show, era hora de comer. Y, aunque tenían paella, preferí comerme una tempura y cerdo empanado con curry. Delicioso.
Después de comer, aún quedaba por ver un espectáculo de sevillanas (que están si que no me gustan nada) junto a la Cibeles y como ya había hablado con alguno de ellos, me acerqué. Y cuando terminó éste, dando un paseo me fui a Colosseum, el anfiteatro donde se desarrolla otro show. El título de este espectáculo era “la flor de no sé que”, no lo recuerdo bien. Y poco más. La frecuencia de trenes desde Shimaisobe es poca, por eso, si alguna vez vais a este parque (o a Japón en general) es importante controlar bien los horarios de los trenes, pero desde España claro, tal y como hice yo. O salía a las 18:16 o las 19:56 y el trayecto era largo. Me decidí por la primera opción y, aunque no vi los fuegos artificiales, acerté.
Y digo que acerté porque llegando a Osaka recibí una llamada de Mª José, para preguntar cómo había ido el día y por si me apetecía salir a tomar algo. Dicho y hecho. Esta noche tocaba un garito cerca de casa, Shirokiya. Justo encima hay un restaurante italiano donde, según Mª José, hacen unos spaguettis cojonudos pero yo prefería comida de la tierra. El problema de estos garitos es que hay muchas cosas que te pierdes si no hablas japonés. Por ejemplo, la barra libre de dos horas por un módico precio, incluyendo cervezas, sake… pidiendo al menos tres “tapas distintas”. Eso sí, cuando faltan 45 minutos para llegar a las dos horas, te avisan y tienes que pedir lo que quieras ya que después de este último aviso no te sirven. Bueno, te sirven, pero pagando la consumición. Yendo con guía es todo mucho más fácil.
No me cansaré de dar las gracias a Mª José y a Hosto por su trato. Algún día cuando vengan a España espero ser tan buen anfitrión como ellos. _________________ You unlock this door with the key
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magic32 Master

Mensajes: 321 Localidad: MADRID
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Publicado: Mar Nov 04, 2008 18:59 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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22 JULIO – HIMEJI – NARA
Los días de grandes madrugones se habían acabado. Ahora quedaban días tranquilos aunque tenía que levantarme temprano ya que, como he dicho con anterioridad, los monumentos en Japón abren pronto y cierran también pronto. Así que a las 7:15 en punto me marché a la que sería la primera visita del hoy, Himeji, y más concretamente su castillo. Desde Osaka, la ciudad está a media hora, por lo que se me hizo un paseo después de otros días de dos horas de viaje. Nada más llegar a la estación de Himeji sólo hay que seguir la calle principal que te lleva al castillo. También se puede ir en autobús, pero la verdad yo prefiero andar y ver. Al entrar en los recintos del castillo ya se observaba a lo lejos la torre principal. Los japoneses lo llaman Shirasagi jo, el castillo de la garza blanca, porque según ellos los muros encalados de ambos lados de la torre parece un ave que va a comenzar a volar. ¡La imaginación al poder!
El Castillo de Himeji es patrimonio de la Humanidad y además, el más visitado de Japón. Tal vez sea el castillo que posea más elementos originales desde su construcción ya que, aunque los bombardeos de la IIGM sí alcanzaron el recinto exterior, la torre principal sufrió muy pocos daños. Aunque el proyecto de construcción data del 1346, la torre principal se construyó en 1601. Como otros tantos enclaves de Japón, este Castillo sirvió para rodar exteriores a Akira Kurosawa en la película Ran.
Nada más entrar te encuentras con indicaciones para realizar un recorrido más o menos lógico y no perderte de patio en patio. La primera zona de visita es la conocida como nishi nomaru o patio principal, una zona importante del castillo ya que en ella se alojó Senshime, la hija del sogún Tokugawa Hidetada, esposa a la vez de Honda Tadatoki. Cuando éste murió, Senshine tuvo que resegresar a Edo, que era la capital del sogunato. Creo que no lo he dicho, pero Edo es el nombre que recibía Tokyo antes de la restauración Meiji.
En este patio puedes pasar al Hyakkenroka, un gran pasillo todo de madera que te lleva al Kesho yagura o pabellón de mujeres, hasta alcanzar la Torre de la Vanidad, que no sé a qué cuento se clausuraba por la noche…
(En esta última foto se puede ver parte del corredor y la Torre de la Vanidad).
Siguiendo con el paseo, hay que pasar por varios patios antes de acceder a la Torre principal. Uno de ellos es el llamado patio del cinturón (koshi kurawa) el cual servía como almacén de arroz y sal en caso de asedio.
Si os fijáis en las fotos del castillo, en las cubiertas hay pequeñas losas redondas. Son escudos heráldicos japoneses que, dependiendo de quien restaurase o construyese, colocaban en el tejado. Dentro de la Torre, en alguna de las plantas, tienes los nombres de las familias con su escudo correspondiente. Pasando por el patio principal (honmaru), se accede la Torre.
La Torre, en la cima del recinto, era utilizada en caso de asedio. Son seis plantas (aunque por su exterior no lo parezca), que se van haciendo cada vez más estrechas hasta culminar en un pequeño altar sintoísta. Esto obedece a que en el lugar donde se construyó el castillo había un templo sintoísta y dejaron el altar para las oraciones y ofrendas. En el interior están expuestas armaduras de samuráis, armas de fuego, exposiciones de cómo era la vida en el castillo y hasta una maqueta de la estructura de la Torre. A través de las ventanas, muchas de ellas con celosías, se pueden observar las esculturas de unos animales mitológicos, shachigawara, que tenían cuerpo de pez y cabeza de dragón. Representaban el poder de los señores feudales y además protegían del fuego. Viendo el resultado que les dio podían haber llenado los templos de Japón de shachigawaras.
Después de bajar por empinadas escaleras y otra vez en el exterior, se termina la visita en dos zonas curiosas:
La primera es el Harakiri maru o patio del suicidio o seppuku. Recordad que la palabra harakiri es vulgar para los japoneses. Lo que no entiendo es por qué a este patio le llamaron Harakiri maru y no Seppuku maru. En teoría este recinto estaba dedicado para ese ritual (con un pozo y todo para lavar los cuerpos), pero parece ser que en realidad era un punto estratégico para defender la entrada principal (y abastecerse de agua).
La segunda es el Pozo de Okiku. Todo castillo que se precie tiene su fantasma y éste no iba a ser menos. Aunque hay varías versiones sobre el origen del fantasma de Okiku debido al teatro clásico japonés (kabuki) la que más me gusta es la leyenda que cuenta que Okiku trabajaba para el samurai Aoyama como sirvienta. El samurai la acosaba día y noche (supongo que más por la noche), sin conseguir los favores de Okiku. Mientras ésta limpiaba una colección de diez platos antiguos, rompió uno sin querer. Aoyama, al no conseguir su objetivo y enfurecido, la mató y arrojó su cuerpo al pozo. Perooooo… cada noche, en el pozo, aparecía el fantasma de Okiku, contaba hasta nueve y comenzaba a llorar con gritos desgarradores. Aoyama se volvió loco.
En las inmediaciones hay unos jardines, Koko en, que al comprar la entrada del Castillo, por un poco más, tienes acceso a ellos. Este conjunto de nueve jardines distintos y separados se inauguraron en 1992 y son una copia exacta a los jardines por lo cuales paseaban los samuráis que habitaron en el Castillo. Con el problema de siempre, el tiempo, di una vuelta y regrese a la estación de tren para marchar a Nara.
Para ir a Nara había que retornar a Osaka y coger el tren oportuno para en una hora aproximadamente llegar a la estación. En un principio la visita a Nara no estaba incluida cuando planeaba el viaje y sí Kobe. Pero Mª José me convenció de cambiar Kobe por Nara. Y así lo hice…
La ciudad de Nara también fue capital de Japón (710-784) y en esa época fue cuando se construyeron la mayoría de los templos. Desde la estación de Nara tomé calle adelante para ir acercándome al Parque Nara. Este parque tiene una superficie de 650 hectáreas aproximadamente y además de los ya nombrados templos hay unos habitantes peculiares: ciervos. Hay cientos de ciervos en todo el parque ya que están considerados mensajeros de los dioses y al ser animales sagrados como tales se les trata. El primer templo al cual llegué fue Kofuku ji. En realidad es un complejo de templos que en su origen tenía cerca de 175 edificios de los cuales quedan muy pocos. Fue fundado por la primera mujer del emperador Tenji como ofrenda para que mejorara en su salud.
Dentro del complejo hay dos pagodas: una de tres pisos y otra de cinco. Ésta de cinco pisos, 50 metros, es la segunda más grande de Japón. Las pagodas tenían mucha importancia porque era donde se guardaban las reliquias de Buda.
Entre las dos pagodas se encuentra el templo Nanen do, curioso porque sólo abren una vez al año para el público, exactamente el 17 de octubre. Lo que no entiendo es que sólo abra ese día cuando es el templo número 9 de la ruta de peregrinaje de los 33 templos del Oeste de Japón. O eres un peregrino organizado o te encuentras el templo cerrado…
El siguiente objetivo dentro del parque era el templo Todai Ji. Además de ser una de las estructuras de madera más grandes del mundo, también da cobijo al Buda más grande de todo Japón. Para acceder al templo hay que pasar bajo la Gran puerta del sur (Nandaimon) y llegar a un gran patio central.
Desde ese patio se ve el Daibutsuden, el edifico principal. Impresionante. En el interior está el buda que se conoce como Daibutsu (gran buda) o Dainichi (Buda que brilla a lo largo del mundo como el Sol). Si el edifico es impresionante lo del Buda no tiene nombre: 15 metros de altura, de los cuales 5.30 metros son de la cara, orejas de 2.5 metros... y un peso de 500 toneladas más o menos.
Flanqueando al gran Buda hay otras estatuas también impresionantes: Kokuzo bosatsu (un ser iluminado en el camino de Buda), Koumokuten y Tamonten (ambos guardianes celestiales). En uno de los pilares de madera del templo existe un agujero con una creencia: si pasas através de él conseguirás alcanzar el nirvana. Y yo me pregunto, ¿Sólo los niños pueden alcanzar el nirvana? Porque la verdad, el agujero para tallas medianas como que no; ya no hablamos de los L o XL…
Y con tiempo para poco más me acerqué al templo más lejano: Kasuga Taisha, uno de los más visitados de Nara. Su construcción data de principios del S. VIII por orden de Fujiwara Fuhito. Todo el camino hasta el templo está adornado con linternas que cuando celebran alguna fiesta las encienden. Teniendo en cuenta que hay más de mil tiene que ser verdaderamente espectacular.
El volver andando hasta la estación no se me pasó por la imaginación: o taxi o bus. Muy cerca de Kasuga Taisha está la parada de autobuses que te lleva hasta la estación de trenes. Así que, para futuros viajeros en Nara, hay dos opciones: o subir hasta Kasuga Taisha en bus y bajar andando visitando sus templos, o subir andando y bajar en bus. ¿La primera opción mejor, verdad? Lo sabía…
De vuelta a Osaka decidí darme una vuelta por la ciudad ya que era pronto y me llamaba mucho la atención el Umeda Sky Building, dos torres de 40 pisos conectadas en su parte superior formando un mirador que llaman The Floating Garden Observatory. Dicen que las parejas van a ver atardecer allí…
Hoy Mª José no podía salir, no recuerdo si por motivos familares o laborales, pero eso no fue obstáculo para que me fuera a Casa Pepe a cenar y charlar un buen rato con Hosto: motos, surf, música… ¡Un crack! Después de unas cervezas y algún típico pincho español me marché. Mañana era otro de los días marcados por la emotividad… _________________ You unlock this door with the key
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magic32 Master

Mensajes: 321 Localidad: MADRID
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Publicado: Lun Nov 10, 2008 17:58 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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23 JULIO – HIROSHIMA E ISLA DE MIYAJIMA
Si hay algún sitio de visita obligada, por su historia, ése es Hiroshima. Y desgraciadamente no voy a descubrir yo la razón. Pero como decía Jack el destripador, vayamos por partes…
Hoy, en teoría, era el último día de visitas culturales y había que coger el tren, como todos los días, en la estación de Shinosaka. Así que a las 7:15 me marché del apartamento. Ni a las 7:14, ni a las 7:16. A las 7:15 en punto. Y no es que se me estuviera pegando la puntualidad de los trenes japoneses, es que yo soy de salir a la hora estipulada. Es una regla básica.
En hora y media llegaba a Hiroshima. La historia de la ciudad va ligada a la historia de mi primera visita: El Castillo de Hiroshima.
Desde la estación cogí un taxi que me llevó al Castillo. Por el camino, el taxista me pregunto qué si era americano. Español, le dije (no sin estar sorprendido por la pregunta) y a partir de ahí tuvimos una amena conversación sobre baloncesto. Peculiar el taxista, sin duda.
La construcción data de finales del siglo XVI y fue ordenada por Mori Terumoto, uno de los cinco daimyo o grandes señores elegidos por Toyotomi Hideyoshi para formar el consejo de los cinco regentes para gobernar Japón hasta que su hijo Hideyori pudiera hacerlo. La idea de Toyotomi era buena: reunió a las personas con más poder para que ninguna se hiciera con el poder. Pues les faltó tiempo a las “joyas”… Nada más morir Toyotomi estos cinco individuos se dividieron en dos grupos: Tokugawa Ieyasu por un lado y los otros cuatro por otro. Obviamente hubo una guerra, donde en la Batalla de Sekigahara las tropas de Tokugawa vencieron. A partir de esta época es cuando Tokugawa recibe el título de sogún y establece el sogunato Tokugawa que como ya hemos dicho es lo que se conoce como periodo Edo en la historia de Japón.
Pero dejémonos de historias y volvamos al Castillo.
Después de su construcción a finales del S. XVI, muchos comerciantes y artesanos se establecieron a su alrededor hasta llegar a formar una ciudad de gran importancia en Japón. Desgraciadamente, la bomba atómica lo destruyó casi por completo. Se reconstruyó en 1958. Tiene cinco plantas y en la última hay un pequeño museo con la historia de la ciudad y del propio Castillo desde el S.XVI al S.XIX.
Y hacia esa última imagen me dirigía. Hacia el Genbaku dome. Éste es el edificio que hemos visto mil veces como la referencia de la bomba atómica que lanzaron en la II GM y se encuentra en el Parque Memorial de la Paz. Según vas llegando y leyendo las inscripciones y placas explicativas, se siente una sensación muy muy rara pensando lo que ocurrió allí: La bomba estalló a 600 metros de altura y en 2 km. a la redonda todo quedó reducido a cenizas, 200.000 victimas, en algún edificio quedaron las siluetas de los japoneses que estaban por las calles… Sin palabras. Lo que no entiendo es cómo Japón no ha roto relaciones de por vida con EEUU.
Dentro del Parque puedes encontrar distintos monumentos todos alusivos al desastre: La Campana de la Paz, en la entrada norte, con una inscripción que te invita a tañerla “por la Paz mundial”; La Llama de la Paz, “que sólo se apagará cuando las armas nucleares desaparezcan del planeta” (me parece que Repsol tiene un chollo como suministrador…); El Cenotafio, diseñado por Tange Kenzo, en memoria de las víctimas de la guerra y el Momumento infantil de la Paz cuya historia es, cuando menos, emotiva ya que hace referencia a una niña víctima de la bomba que creía que se salvaría si hacía mil grullas de papel. La niña murió por razones obvias pero todo Japón conoce esta historia y el monumento está siempre adornado con grullas de papel que envían desde todos los puntos de Japón.
Justo al final del Parque se encuentra el Museo Commemorativo de la Paz y después de hablar con una guía y explicarme lo que me iba a encontrar dentro (cosa que sabía pero no imaginaba) decidí no entrar. Aunque pueda parecer una tontería, me resultaron momentos duros.
Justo desde una de las salidas del parque, tenía que acercarme hasta la estación de metro que me llevaría al ferry para cruzar a la Isla de Miyajima. Aunque con el mapa que llevaba en la guía la cosa estaba muy clarita, le pregunté a un japonés que estaba abriendo su zapatería. Él no hablaba ni papa de inglés y mi japonés es nulo. Pero las explicaciones fueron claras: “Ichi, ni, san” y un gesto inequívoco de girar a la izquierda. Estaba claro que era la tercera a la izquierda. Aún así, dentro de la tienda me hizo un plano en una hoja. “Ichi, ni, san” repetía, y el gesto. Pues aún así me llevó hasta la tercera calle a la izquierda y me señaló la estación. Lo flipaba. La estación era de tranvía, no de metro como yo creía.
En un momento llegué a la estación del ferry (que tambien era JR por lo que sólo tuve que enseñar al JRP) y desde aquí a la Isla de Miyajima. Esta isla es una isla sagrada y es un centro de culto tanto para sintoístas como para budistas. Según te vas acercando, observas la montaña sagrada, el Misen san.
En la Isla de Miyajima se ubica el santuario Itsukushima construido en el año 593 y cuya torii de entrada, situada en el mar, es el símbolo de esta isla (puedes llegar a ella cuando baja la marea). Este santuario está dedicado a tres diosas del mar: Ichikishima, Tagori y Tagitsu.
A unos metros de este santuario está el templo Daisho In donde se pueden encontrar 500 estatuas de Buda de lo más curiosas…
Antes de regresar a Osaka, me di una vuelta por las calles adyacentes al santuario, llenas de tiendas de regalos típicos y también de pequeños quioskos donde vendían ostras a la parrilla. A mi no me gustan, pero tenían una pinta muy buena y no eran caras. Comentando esto con gente me han dicho que muchas de las ostras que vienen a España son de esta zona (¿?). Y como era hora de comer me metí en un restaurante japonés a disfrutar de una tempura y un poquito de arroz con curry.
Pensando en lo que había visto en Hiroshima (que marca, eh?) y el buen sabor de boca de la Isla de Miyajima tome el shinkansen que me devolvió a Osaka. Esa tarde había quedado con Mª José en la estación de Yodobashi pero como iba con tiempo, creo que por primera vez, me acerqué a ver una coaster fantasma en el Festivalgate, un pequeño parque que cerraron en el 2007. Muy cerca de aquí está la torre Tsuten kaku, “la torre que roza el cielo”, construida en 1912. Esta zona, me comentó Mª José, es de las más “peligrosas” de Osaka.
A las 19:00 habíamos quedado en la estación de Yodobashi, en la salida sur. Y como llegué pronto me fui a conocer la zona norte también. Pues en la zona norte había unos garitos que cualquiera reconocería en cualquier lugar del mundo. Bares con luces de colores como los de las carreteras, pero en chiquitito. Los que estaban en las puertas se miraban entre ellos y se reían, no abiertamente, pero si preguntándose qué coño hacía un tipo como yo por allí. Obviamente, yo también me reía de la situación. Lo mejor, marchar a la salida sur que ya estaría a punto de llegar Mª José. Y así fue. Hoy era el comienzo del Tennjin Matsuri de Osaka, una de las fiestas grandes de la ciudad y nos acercamos al distrito financiero donde estaban iniciando la fiesta. Bailes tailandeses, y el Bon odori, un baile típico japonés cuya finalidad es dar la bienvenida a las almas de los ancestros pero con alegría, nada de tristeza.
Antes de ir a cenar paseamos cerca del Castillo de Osaka, observando cómo la gente está en la calle practicando canciones de karaoke, coreografías, haciendo deporte… La cena esta noche tocaba en un sitio típico japones donde lo único que hay es pollo en pinchos: todas las partes del pollo, pero en pinchos (el de ternillas y el de higadillos no me hizo mucha gracia la verdad). Estuvimos hablando un buen rato y entre pincho y cerveza se nos pasó el tiempo volando. Cogimos la bici (Mª José se movía en bici por Osaka, como mucha gente) y nos fuimos a casa.
Se acababan las jornadas culturales y volvían los duros días de trabajo: Universal Studios Osaka esperaba. _________________ You unlock this door with the key
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magic32 Master

Mensajes: 321 Localidad: MADRID
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Publicado: Sab Nov 29, 2008 10:15 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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24 JULIO – UNIVERSAL STUDIOS OSAKA
A trabajar!!! Aunque los días culturales tenían, no cabe duda, su encanto, prefería los días de trabajo y a las alturas que estaba de viaje, el cansancio hacía mella. Pero se sacan fuerzas de flaqueza y… A currar. Era el día, el primer día, para disfrutar Universal Studios Osaka. Desde la estación de Osaka sólo hay que coger la Loop line que te deja en la estación del parque. No hay pérdida: ni por los trenes ni por los carteles.
De camino al parque te encuentras con el City Walk y el Hard Rock Cafe. Una vez que llegué a las taquillas, lo primero que pregunté fue por la posibilidad de sacar un Summer Pass, ya que lo había visto anunciado en el metro. La oferta consiste en sacar la entrada de día y pagar una suma adicional. Lamentablemente, con esta oferta te bloqueaban los tres días siguientes al de visita y me resultaba imposible conjugarlo. Así que no quedó otra que sacar el pasa de dos días consecutivos por 60 €, precio que, por otra parte, me pareció al final de la visita barato después de lo que me ofreció el parque. Durante el tiempo que esperé en las taquillas, abrieron los tornos de entrada y me resultó curioso escuchar “Flying” de la banda sonora de Peter Pan como tema de apertura ya que es el mismo que utiliza el parque que tenemos en el país que límita al norte con España y sirve para quitarse el mono en sus promocionales del 15 aniversario. Cosas de los derechos…
Con la duda de si comprar un Universal Express Pass ante la posibilidad de que la afluencia de gente fuera alta y no me diese tiempo a ver todo, me fui para dentro. Había que tener en cuenta que iba a ir dos días, no era fin de semana y el viernes era el día grande del Tennjin Matsuri. Con mi mapa en la mano y con los horarios de los espectáculos, que por cierto hay una amplia oferta, empecé a caminar por Hollywood y a ver las primeras atracciones: Hollywood Dream The Ride a la derecha, Universal Studios Cinema 4-D (hacían Shrek’s 4D y Sesame Street 4D en el mismo teatro) a la izquierda… La verdad que yo buscaba Terminator 2 3D per me di de bruces con otro clásico: ET Adventure. Claro está que no me lo pensé. Y cual fue mi alegría cuando me encontré este cartel:
¡No me lo podía creer! ¡Single rider! Rápidamente abrí el mapa y fui atracción por atracción: Hollywood Dream, Spiderman The Ride, Jurassic Park y Jaws, además de ET, tenían Single rider. Esto hacía plantearme la visita de una forma mucho más tranquila y olvidarme, por supuesto, del Universal Express. Si ET Adventure es una de mis favoritas, creo que ésta ha sido la vez que más la he disfrutado.
Si hay que ponerle un pero al SR es que te saltabas toda la tematización del bosque durante la espera, pero tenía que elegir entre tiempo y tematización. Esta vez elegí “tiempo”.
A partir de aquí la táctica era clara: ir tachando en el mapa atracciones con SR a la vez que descubría el parque. La siguiente, después de pasar al lado de T2 3D, era Spiderman The Ride. Eso de acercarse a la entrada del Express y decir “Single rider”, esbozando una ligera sonrisa, no tiene precio. Y por mucho que me monte (y mira que me monto cuando tengo ocasión) no me canso. Me sigue pareciendo un pedazo de atracción.
Llegando a la zona de San Francisco me acerqué a Back to the future, otro clásico, pero simplemente para ver el merchandising de la tienda ya que no era el momento de esperas en la atracción. Y aunque en la tienda no encontré la placa que buscaba para un amigo (desaparecido todo hay que decirlo), sí pude hacer una foto a la matrícula del DMC DeLorean. Algo es algo…
Y siguiendo con la ruta, la música de Jurassic Park me indicaba que estaba entrando en otra zona genialmente tematizada y con un pedazo de atracción. Y como suelo hacer en estas tierras, ya que soy hombre de costumbres (lo que otras personas llaman cabezón, vamos) me pedí una cerveza fresquita (una pinta, 5.5 €) y me senté a disfrutar de la banda sonora. La vida se abre camino…
Antes de empezar a ver los espectáculos con horario, tenía que terminar de dar la vuelta al parque. Durante el paseo (mira que he andado durante este viaje…) eché un vistazo al escenario de Peter Pan’s Neverland, el show nocturno que hacen en el lago. Hoy no lo vería porque había quedado para ir a un karaoke por la noche, así que lo dejé para mañana. Desde la zona de JP bajas a Amity Village, con Jaws. Aunque esta atracción estaba marcada con single rider, no lo tenían operativo. Por lo tanto la dejé para otro mejor momento y me dirigí a la zona infantil: Snoopy Studios y Land of Oz. Si partimos de la base que Snoopy no es muy santo de mi devoción, ni que decir tiene que me fui directo al mundo de Oz. No es una zona muy grande, pero es preciosa. La Ciudad Esmeralda, para los más peques. Aquí hacen una representación de Wicked, uno de los muchos musicales de Broadway. Fue otro de los espectáculos que dejé pasar para el día siguiente.
Y cerraba el círculo con, junto Fujiyama de Fuji Q, una de las sorpresas del viaje: Hollywood Dream The ride. Si a una coaster con single rider (0’0 de esperas) la unimos un recorrido lleno de airtimes, y cuando digo lleno quiero decir que estás más tiempo sin tocar el asiento que tocándolo, el resultado es ciertamente impresionante. Los CM de la ride van vestidos de forma muy glamurosa, sobre todo las CM de la entrada. Además, los carros tienen pequeños leds luminosos que por la noche hacen que estéticamente sea muy llamativa. ¿Más detalles? Puedes elegir entre cinco canciones cada vez que montas: la primera, Houndbound train de Bon Jovi; la segunda, Alicia Keys y su No one (cómo se sale Timbeland en los coros!!!); la tercera, Los Beatles a ritmo de Get back; la cuarta es de un grupo japonés, Dream comes true, y la canción es Osaka lover (escrita especificamente para la atracción) y la quinta y última, también en japonés y estrenada el 14 de julio es Box in the ship del grupo Tohoshinki. Ni que decir tiene que me monté cinco veces seguidas para escuchar las cinco canciones, claro está. ¡¡¡De 10!!!
Y llegó la hora de empezar con los shows. El primero que iba a ver era Fantastic World, la última novedad en espéctaculos en el parque. Narra las aventuras de dos pequeños cachorros “en un mundo que empieza a nacer…” Los pases sólo eran por la mañana lo que hacían que no brillase mucho. A mí realmente no me gustó: tres grandes escenarios con luces (que hubiesen sido más vistosas con el parque atardeciendo) y muchos actores en acción simulando todo tipo de seres vivientes: árboles, pájaros, peces… El siguiente, otro clásico: Los Blues Brothers. Sobran los cometarios. Aunque pudieran ser más sosos que “otros” Blues Brothers, el repertorio hace que los pies se te muevan solos. Y para rematar, Bitelchus y compañía: Universal Monsters Rock and Roll Show. Entretenido sin más.
Aparte de que todos los días hizo mucho calor, hoy era un día muy muy caluroso y más que comer me apetecía beber líquidos (no siempre cerveza…). Como estaba muy cerca de Beverly Hills Boulangerie y tenía muy buenos recuerdos de sus sandwiches y sus postres no lo pensé mucho. Algo rapidito y a seguir trabajando, mañana sería día de homenaje gastronómico. La próxima visita, después de unas fotos con Shrek y Marilyn, era Waterworld. En un escenario más pequeño que el de US Hollywood, se desarrolla la acción: los buenos, los malos, las motos de agua, el avión… En el preshow, claro está, te empapan de arriba a bajo si te pones en los sitios habilitados para ello. Aún siendo más pequeño el recinto, el show está genial.
El día, sin quererlo, lo había divido en rides por la mañana y shows por la tarde (y alguna ride…). ¿Qué me quedaba? Otro plato fuerte, tal vez, y no me canso de decirlo, lo mejor en 3D que he visto nunca: Terminator 2 3D. Aunque no tenía single rider, las esperas habían disminuido y no había problema en los pases. Me picaba la curiosidad sobre cómo actuaría la empleada de Cyberdyne y si habría Okey Dokey. No lo hubo, pero estuvo muy metida en el papel, arrancando las risas de los japoneses (yo estaba con mi sonrisa de gaiyín…). Los efectos 3D, de 10D. Al salir, me presenté a las puertas del teatro donde hacían los pases de Shrek y de Sesame Street 4D con el tiempo justo para entrar y ver cómo no admitían más gente en el pase. El show de Sesame Street no es nada del otro mundo y menos aún si no sabes japonés. Lo que sí descubrí, y no tenía ni idea de ello, fue la existencia de un muñeco un tanto gruñón que se llama Óscar. Por lo menos yo no vivo en un cubo de basura…
Todo parque que se precie tiene su cabalgata y USJ no iba a ser menos: Universal Water Parade. Con un nombre así os podéis imaginar que el elemento primordial es el agua, pero para empapar a la gente. Si no te quieres mojar, hay que evitar los puntos indicados donde posiblemente te caiga agua “a cholón” y los aledaños.
Nada más terminar me marché a la caza de Epi, Blas y los demás en un show callejero llamado Sesame Street Dreams of Dancing. Canciones, bailes y, cómo no, recuerdos de ese Barrio Sésamo que veía en casa…
Y a partir de aquí, relax. No quiero con esto decir que no había estado todo el día relajado, si no que cerré el mapa y me dediqué a lo que se hace cuando no vas mirando horarios, es decir, a disfrutar del parque. Alguna repetición en Jurassic Park y en Hollywood Dream (aunque tenía pendiente Jaws, Llamaradas y Regreso al futuro), alguna foto y me marché, aproximadamente, a las 19:30…
¿La razón de salir antes? Como ya he dicho había quedado con Mª José y con amigos suyos para descubrir (yo) un karaoke japonés. Me encantan los karaokes. Así que en un abrir y cerrar de ojos estabamos delante de la puerta del karaoke donde nos esperaban Mika, Héctor y Luis. Los karaokes en Japón no tienen nada que ver con los españoles. Nos sacan mil años. Son como hoteles donde alquilas una habitación totalmente equipada. Pagas por persona, tiempo y opción de consumición: durante el tiempo que estás en la habitación cantando sin que nadie te moleste (y sin molestar a nadie) puedes elegir beber sólo refrescos, sólo cerveza, sólo whisky y demás, o cualquier combinación de las tres o las tres. En la habitación tienes un teléfono donde llamas y te suben la bebida. Resumiendo, velada acojonante donde pensaba que no iba a cantar y me canté hasta la cara B.
Ahí están Héctor, Mika, Mª José y Luis. Hoy nos fuimos pronto a dormir. El último día fue distinto…. _________________ You unlock this door with the key
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edmenahi A mi pesar, OzIris rider

Mensajes: 8798
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Publicado: Sab Nov 29, 2008 14:22 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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Cita: | Resumiendo, velada acojonante donde pensaba que no iba a cantar y me canté hasta la cara B. |
Como cantes igual que escribes... de tenor para arriba
Qué buena pinta tiene Hollywood Dream The ride. El "tubo" del lift me recuerda a Hulk ¿Es impulsada también?  _________________ Saludos. Volveremos a vernos, pero aún no. Aún no.  |
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sin sin
Mensajes: 5261
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Publicado: Sab Nov 29, 2008 16:30 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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mahoany VIVA ESPAÑA

Mensajes: 733 Localidad: San Martin de la Warner
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Publicado: Lun Dic 01, 2008 00:53 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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Cita: | Qué buena pinta tiene Hollywood Dream The ride. El "tubo" del lift me recuerda a Hulk ¿Es impulsada también?
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Edmen, recuerdo que al ver la montaña rusa desde el suelo, parecía otra cosa, es divertidísima, y te parecerá mentira, pero.... no recuerdo si era o no impulsada jajaaj pero creo que no. |
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magic32 Master

Mensajes: 321 Localidad: MADRID
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Publicado: Lun Dic 01, 2008 01:16 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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edmenahi Escribió: |
Qué buena pinta tiene Hollywood Dream The ride. El "tubo" del lift me recuerda a Hulk ¿Es impulsada también?  |
Aunque tiene un "tubo" parecido al de Hulk, no es impulsada. Pero repito, divertidísima. Cuando vayas a comprar tabaco ya me contarás...
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edmenahi A mi pesar, OzIris rider

Mensajes: 8798
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Publicado: Lun Dic 01, 2008 20:41 Asunto: Re: EL VIAJE DEL SEÑOR MIYAGI: LA REVIEW |
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 _________________ Saludos. Volveremos a vernos, pero aún no. Aún no.  |
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